Control del temblor en el Parkinson

Programa basado en sensaciones gravitatorias y en ejercicios rítmicos con música – método Tubía

Autor: Maite Tubía Tejada

https://www.auladeritmica.es

El programa para detener el temblor del Parkinson del método Tubía, es una estrategia física basada en sensaciones gravitatorias. Concretamente, en sensaciones de descarga del peso y de sensaciones de apoyaturas que ejercicios rítmicos con música ayudan a encontrar.

Esta detención se va a conseguir al adoptar determinadas posturas de reposo.

El entrenamiento en este programa de control del temblor tiene 3 etapas:

1ª Sensibilización gravitatoria.

2ª Ejercicios y prácticas que detienen el temblor.

3ª Simplificación de ejercicios.

Este programa de control físico del temblor se considera superado cuando el paciente es capaz de mantenerse una hora sin temblar, que es la prueba final de que ha asimilado y domina todo lo aprendido.

1ª Etapa: Sensibilización gravitatoria


La sensación de confort y de comodidad de las posturas en descanso están relacionadas con la descarga del peso del propio cuerpo.

En la vida cotidiana, algunas personas al tener que permanecer de pie estando cansadas, aprovechan una pared y apoyando la espalda descargan parte del peso de su propio cuerpo sobre ella, adoptando una postura de descanso. También suelen hacerlo apoyando una mano abierta con el brazo extendido. Esta descarga del peso también se produce cuando apoyamos las manos en una mesa con los brazos extendidos inclinándonos hacia ella y cuando apoyamos los antebrazos en una barandilla para observar un paisaje.

En el Parkinson, esta capacidad de echar el peso del cuerpo sobre una pared, una mesa, puede estar afectada y es frecuente que el paciente contacte con la pared o ponga sus manos sobre una mesa pero no descargue peso. Parece como si estuviera en antigravedad, huyendo de la gravedad, de la atracción que ejerce el campo gravitatorio sobre la masa de todo el cuerpo.

La sensibilización gravitatoria consiste en revitalizar esta sensación, en experimentarla realizando prácticas de sostén del peso del cuerpo, descarga del peso del cuerpo y regulación de la transmisión del peso (conciencia de la gravedad). Cualquiera de estas 3 prácticas tienen un tono muscular óptimo y eso es lo que vamos a hacer, utilizar el propio peso del cuerpo para influir sobre el tono muscular. El confort, la comodidad de las posturas, la sensación de asentamiento firme guiarán a la persona.

La música de los ejercicios rítmicos va a proporcionar de forma continua una sensación gravitatoria: el acento musical, es decir, el tiempo fuerte del compás. La música, a través del acento musical y los contrastes de la melodía, transmite interacciones del peso con el campo gravitatorio que van en su dirección, es decir, hacia el suelo, acentuando sensaciones gravitatorias. El movimiento clave se realiza en el tiempo del acento musical (pasos, percusiones, cambios de posturas, de posiciones, etc.)

A continuación se enumera la clasificación de los ejercicios de sensibilización gravitatoria de este programa, que serán descritos en un artículo aparte

No es conveniente que una persona con Parkinson se ponga ella sola a practicar los ejercicios de sensibilización gravitatoria.  No basta con una descripción teórica sino que es necesario una correcta realización. Tendrá que practicarlos con alguien que los realice a la perfección.

EJERCICIOS DE SENSIBILIZACIÓN PROPIOCEPTIVA GRAVITATORIA:

1 Descarga del peso.

2 Amortiguar la caída del peso.

3 Vaivén del peso del cuerpo de una pierna a la otra.

4 Anular las fuerzas del peso

5 Tensión – tracción.

6 Aplomar el paso

7 Aplomar el paso coordinado con movimientos de las manos

8 Ajuste del centro de gravedad en ejercicios con los brazos

Estos ejercicios serán descritos en otro artículo de esta página web.

2ª Etapa: Ejercicios y prácticas que detienen el temblor


Este programa comprende 20 ejercicios y prácticas que detienen el temblor.

Se describen a continuación la primera práctica y el primer ejercicio que detienen el temblor.

1 Práctica para sentir los nodos de anulación de la vibración:

Al pulsar la cuerda de una guitarra vibra toda ella, pero si presionamos la cuerda en los trastes, el punto de presión que realiza el dedo hace de nodo y la vibración de la cuerda se detiene a la izquierda del dedo (del nodo)

Vamos a crear un nodo en la muñeca para detener la vibración del temblor. ¿Cómo lo haremos?: proporcionando un punto de apoyo para que la mano cuelgue relajada en abducción vertical (a) así como en flexión (b)

a) Proporcionar un punto de apoyo para que la mano cuelgue relajada en abducción vertical.

El terapeuta coloca los dedos índice y corazón en la articulación de la muñeca, en el ángulo de abducción vertical, para que el paciente eche el peso del brazo y de la mano sobre los dedos en posición de descanso.

Posición: paciente sentado en una silla. Brazo en semiflexión y antebrazo horizontal.

Previamente le marcamos al paciente en la muñeca los movimientos de aducción-abducción (alzar y golpear) como si golpeara suavemente con una herramienta o instrumento y colocamos los dedos índice y corazón en el ángulo de abducción, para que la mano cuelgue por su peso. El temblor se detiene al instante.

Si tiembla la mano derecha, el terapeuta se coloca a la derecha del paciente. Haremos la práctica para ambas manos aunque una de ellas no tiemble.

b) Proporcionar un punto de apoyo para que la mano cuelgue relajada en flexión.

El terapeuta coloca los dedos índice y corazón en la articulación de la muñeca, en el ángulo de flexión, para que el paciente eche el peso del brazo y de la mano sobre los dedos en posición de descanso.

Posición: paciente sentado en una silla. Brazo en semiflexión y antebrazo horizontal.

Previamente le marcamos al paciente en la muñeca los movimientos de flexión- extensión (como cuando se golpea suavemente con los nudillos una mesa) colocando nuestros dedos índice y corazón en la cara palmar de la articulación de la muñeca, para que el paciente eche el peso del brazo sobre él y la mano cuelgue relajada en posición de descanso. El temblor cesa al instante.

Estas dos prácticas de percepción consciente de sensaciones propioceptivas van a sensibilizar al paciente para que cuando hagamos posteriormente determinados ejercicios, busquen el apoyo o el contacto de esos 2 ángulos.

Más adelante crearemos un nodo en el ángulo de extensión y en el ángulo de aducción.

2 Primer ejercicio que detiene el temblor:

El primer ejercicio que detiene el temblor es: percusiones de la mano abierta-cerrada sobre el muslo al ritmo de la música. Posición del paciente: sentado en una silla.

Peculiaridades de esta percusión:

–        Alternamos un golpe en cada posición (abierta-cerrada, abierta-cerrada…)

Es importante el tono muscular de estas dos posturas:

–        En la posición de mano abierta, la palma de la mano y los dedos se acoplan a la forma del muslo con los dedos separados. La mano está llena de pierna. El tono muscular es el que nos permita deslizar los dedos y la palma adelante-atrás sobre el muslo.

–        En la posición de mano cerrada, la mano se cierra con el mismo tono muscular que cuando tenemos un dado guardado en la mano para agitarlo dentro, y el pulgar descansa sobre el índice. La mano hace de cubilete y el pulgar de tapa.

Velocidad de la música: 40 pulsos/minuto

Después de haber sensibilizado al paciente con piezas musicales a 40 pulsos por minuto (con 3 ó 4 sesiones es suficiente) volveremos a poner esas piezas musicales y en su transcurso contaremos 4 tiempos: 1, 2, 3, 4 (abierta-cerrada-abierta-cerrada) al ritmo que marca la música, porque en el tiempo 4 caerán las manos en descanso quedando en reposo  (aplomo armónico gravitatorio) para quedarnos quietos un rato. El temblor se detiene primero al caer en cerradas. Cuando el pulgar da muestras de que va a volver a temblar reanudamos el ejercicio, para volver a contar 1, 2, 3, 4 a los pocos compases. Y así hasta que termina la pieza musical. Más adelante al acabarse la pieza musical realizaremos el ejercicio sólo con la voz, pero ahora como estamos sensibilizando al paciente al ritmo lo haremos todo con música, para que interiorice el ritmo, para que se le quede en el oído y en las sensaciones propioceptivas la sensación de aplomo, de peso bien asentado y mano relajada en descanso durante el reposo.

En estas primeras sesiones haremos también que caigan en abiertas, y aquí la mano no va a estar llena de pierna, como en el tiempo de percusión, sino que queda en tienda de campaña. Ocurre que el temblor se detiene por completo.  Procederemos como hasta ahora: en cuanto el pulgar da muestras de que va a temblar reanudamos el ejercicio y seguimos con las percusiones y las detenciones en reposo contando 4 tiempos. Con la práctica, el tiempo de cese del temblor se prolonga más segundos y reanudamos el ejercicio desde el cese del temblor y sin el pulgar dando muestras de que va a temblar. Es decir, que no esperamos a que aparezca el temblor, sino que seguimos. Si esperamos más tiempo aparecería el temblor, pero la táctica que seguimos es no esperar a que aparezca y así todos los momentos de reposo son con cese de temblor.

Variaciones para sensibilizar el brazo y la mano al buen aplomo del peso en distintas posiciones:

Hacer las percusiones a distintas distancias a lo largo del muslo: rodilla-medio muslo- zona proximal del muslo a la ingle.

También recorrer estas 3 posiciones al ritmo de la música todo el rato con la mano abierta y todo el rato con la mano cerrada.

 Después sin música y contando 4 tiempos caen las manos al reposo en lugares no premeditados, donde más cómodamente siente el paciente que van a caer. Caer al reposo tanto en abiertas como en cerradas.

Vamos a ver en los videos de este artículo cómo una persona con temblor de Parkinson realiza estos ejercicios y consigue detener el temblor en reposo. En el video 1 podemos apreciar el grado de temblor que presenta de forma continua. En el video 2 podemos ver la realización del ejercicio de percusión manos abiertas – cerradas y caída al reposo con una pieza musical entera a 50 pulsos/minuto.

Este paciente está en una fase en la que ya está familiarizado con los ejercicios de sensibilización gravitatoria así como con las percusiones mano abierta-cerrada a 40 pulsos/minuto…50 pulsos/minuto. Realiza el ejercicio correctamente. A lo largo de la pieza musical el paciente muestra más soltura y expresividad en la movilidad de la mano, además de conseguir detener el temblor en reposo de forma relajada.

El video 3 corresponde a la fase de simplificación de ejercicios y cese del temblor durante una hora.

3ª Etapa: Simplificación de ejercicios que detienen el temblor


Si el paciente es capaz de detener el temblor por sí mismo en todo este pequeño programa, lo que procede es empezar las siguientes sesiones haciendo un repaso simplificado de ejercicios y prácticas, para que se concentre en las sensaciones gravitatorias y en el ritmo aplomado de sus cambios de posturas. Lo hará sin música y en silencio.

Simplificar los ejercicios y prácticas significa que el paciente los hará el menor número de veces posible y en algunos casos se referirá a ir directamente a la postura final de reposo. Veamos unos ejemplos:

a) El ejercicio descrito en el que se percuten las manos abiertas y cerradas, tiene por objetivo llevar a una postura de reposo con cese de temblor. El paciente, después de practicar en un número suficiente de sesiones este ejercicio con música, está sensibilizado al buen asentamiento del antebrazo y la mano sobre los muslos, lo cual ha dejado su impronta en la memoria de sus sensaciones propioceptivas. Simplificar este ejercicio quiere decir que el paciente percutirá solamente 4 tiempos si con sólo esos 4 tiempos  se detiene el temblor al caer en reposo en el tiempo 4 (con las manos abiertas y con las manos cerradas) Lo mismo podemos decir cuando este ejercicio se realiza sobre una mesa. Seguidamente hará una larga pausa de reposo en esa postura.

b) Otra simplificación es ir directamente a la postura en reposo de manos abiertas sobre muslo (o sobre mesa si se realiza el ejercicio sobre mesa)

Se trata de adoptar las posturas finales de reposo de cada ejercicio, de las cuales ya tiene práctica, e ir pasando de una a otra, permaneciendo en cada una de las posturas mientras el temblor esté detenido.

Cuando al paciente le tiemblan ambas manos es frecuente que, si está practicando ejercicios con una mano y consigue detener el temblor en la postura de reposo correspondiente, en la otra mano, que se mantiene al margen, también se detenga el temblor, como si hubiera una empatía.

La duración que podemos dar a estas prácticas de simplificación de ejercicios, en las que el paciente es consciente de que puede detener el temblor por sí mismo, irá aumentando progresivamente. Habrá días que le dedicaremos 10 minutos, 15 minutos, 20 minutos, hasta que llegue un día en el que le dedicaremos toda la sesión (1 hora). Como los tiempos de reposo se prolongarán cada vez más, conforme aumente la duración de la detención del temblor, los dedicaremos a entablar conversación, también a mirar por una ventana y a hacer pruebas de cese del temblor. Se trata de adoptar directamente las posturas finales de reposo de los ejercicios, de las cuales ya tiene bastante práctica y memoria propioceptiva.

Extracto de la obra completa registrada en la Propiedad Intelectual:

“Control del temblor en el Parkinson: tratamiento del temblor del Parkinson basado en sensaciones gravitatorias y en ejercicios rítmicos con música – método Tubía “. 52 páginas. Madrid 2017

Cinco personas con temblor de Parkinson siguieron el entrenamiento en este programa y las cinco respondieron de igual manera a las propuestas de ejercicios descritas en este artículo.

Aunque existen tratamientos del temblor del Parkinson efectivos y duraderos en el tiempo, Aula de rítmica corporal musical se ocupa de estudiar e investigar todo aquello que de forma natural (sin intervención bioquímica ni quirúrgica) puede mejorar la persona con Parkinson por sí misma. Esta es su aportación para conocer un poco más sobre el temblor del Parkinson. Por otra parte, los ejercicios de este programa tienen un efecto beneficioso sobre la movilidad, tono muscular y fluidez de movimientos en las manos de personas con Parkinson que no presentan temblor.

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